12/9/04

Mes de despedidas.

Siempre duelen mas que los reencuentros, porque con las despedidas no sabes que te va a suceder, pero este ultimo mes está siendo especialmente doloroso... todo lo que quiero se va y de lo que se queda, todo será un echar de menos lo que se va.Realmente no son así las cosas, lo que sucede es que, tanto los que nos quedamos como los que realmente se van, nos vamos todos.
Ultimamente todas las facetas de mi personalidad están demasiado al descubierto, a flor de piel y eso no es del todo bueno, porque significa que todas mis "personalidades", ¡tan diversas ellas!, estan al aire libre y no se ni hacia donde mirar ni hacia donde virar ni hacia donde estar o actuar, porque cada una de ellas es como un pequeño niño diferente, son como un grupo de niños, y cada uno de ellos quiere una cosa diferente.,con lo cual no se ni lo que es, ni lo que será de mi vida, simplemente, no lo sé.

Y ahora voy a hacer lo que vine a hacer, Contar:


1,
2,
3,
4,
5,
6,
7,
8,
9,


Eran los 80. Estaba encerrado en casa tumbado en el sofá.
Un halo de café se acercó hasta mí para decirme algo de salir a la calle y no me lo pensé. El momento me estaba llamando a gritos peláos y no sabía si hacerle caso.... como no, ya era hora de actuar de una maldita vez.
Cogí mis cosas y salí, cuando iba andando, durante un rato, detrás de mí, escuchaba susurros de algo,realenticé el paso y eran dos niños, como nosotros, dos, que iban andando. Uno de ellos iba con una barita en la mano, tu con un movil, el otro iba cantando, dando saltitos como si estuviese encima de un escenario, su amigo se hacia el despistado, como "yo a este no le conozco",igual que tu. Aquel niño, aquel susurro que venía ya escuchando de hacía un rato, no podía ser otro que el que yo necesitaba: "I feel good"("cha na ná naná naná...").
El momento fue extraño, me cautivó, y me puse a cantar como aquel niño, tal vez porque yo era aquel niño, porque fuí aquel niño, o tal vez, porque sigo siendo aquel niño.
Fui a tomarme un café y me descubrí diciendote que había que luchar por los sueños, que los sueños no caen del cielo, que hay que trabajar por ellos ,luchar, luchar, luchar, que nada se regala en la vida, para todo hay que trabajar y sacrificar algo. Al escucharme caí en mi propia cuenta, logré darme a mi mismo el consejo que de nadie mas podía llegar, porque yo no lo iba a escuchar de los demas, luchar por cumplir los sueños, luchar por la vida.
Para ello había que empezar por cumplir promesas echas, por soñar en la tierra,con los pies en el suelo, pero sin dejar de lado al niño feliz que cantaba... por que él era feliz haciendolo, era feliz en aquel mismo momento. Fue momento de dar el salto y atreverse, y ser feliz.
Entonces comenzé a encontrar a gente de la que no sabía nada que quería hacer cosas y me decidí a no huir esta vez de todo lo que deseaba aunque el resto de la gente se marchara, me decidí a comprender que no importaba y estaba ahí, no importaba quien se fuera o quien llegara, la vida seguiría, incluso dando tumbos, hacia delante, siempre hacia adelante, porque el pais de nunca jamás no es un lugar, lo llevamos todos dentro.
Por eso, y por un millón de cosas más:

"HASTA EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS".


even.

 
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