13/5/09

Con la soga al cuello

Uno se despierta a veces con la soga aún en el cuello, como no habiendo escapado del sueño todavía, y parece un mal augurio. No sabes ni cómo ni porqué está ahí pero está, como una de esas cuchillas de afeitar que seguimos guardando en el corazón y al movernos, no demasiado, nos desguaza vivos por dentro, solo que diferente, mas irracional e incomprensible. Porque el dolor de una cuchilla siempre es mas fino y sutil, mas lógico a los ojos, oídos, plantas de los pies, muñecas, corazones, dentaduras de la gente, mas sucio y elegante a la vez, mucho mas comprensible;
E ahí que no entienda el sentido de la cuerda, tal vez asfíxia me responda algún día pero ahora es un dolor desconcertante e indeterminado, demasiado irritante para mi gusto. Si solamente fuera como los otros, hecho de recuerdos, viviendo el dia a dia con cada uno de tus pasos, respirando el mismo aire, sería maravilloso, incluso útil, estaría constantemente aacompañado de las otras cicatrices y nauseabundos dolores y males internos de todo tipo. Formaría parte de algo, estaría integrado, y no haría tanto de nota discordante entre mis males, de separatista extremo e independiente, maldita sea, quiero saber por qué cojones me despierto de ese sueño aun en el sueño, por qué es ese dolor tan diferente a los otros. Será porque él está despierto tambien entre mis sueños mientras que otros ya hace tiempo que murieron o se durmieron en su cajón como vanas marionetas, ¿Será eso?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué placer más palpitante y palpable que el dolor, eso nos hace reaccionar segundo a segundo; ¡que estamos vivos!

 
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